El Salón de Plenos del Ayuntamiento de San Sebastián de La Gomera fue escenario del Acto Institucional de entrega del Premio Méritos Humanos 2025, un reconocimiento que este año se otorgó de forma conjunta a dos vecinos destacados: Juan José Piñero Padilla, de Los Chejelipes, y José Ramos Padilla, de El Calvario.
Presidido por la alcaldesa Angélica Padilla, el evento reunió a autoridades municipales, insulares, regionales y estatales, además de familiares y amigos de los homenajeados, quienes acudieron a mostrar su apoyo y reconocimiento.
En su intervención, la alcaldesa resaltó la trayectoria de ambos galardonados, subrayando su compromiso con el municipio y su contribución al mantenimiento de las fiestas populares y tradiciones en sus respectivos barrios. “La generosidad de estos vecinos ha sido esencial para preservar nuestras tradiciones y fortalecer la identidad de nuestras comunidades en Los Chejelipes y El Calvario”, destacó.
Angélica Padilla también hizo hincapié en la labor de ambos homenajeados en la construcción, mejora y ampliación de espacios comunitarios como ermitas, plazas y centros sociales, así como en su colaboración activa con entidades deportivas a lo largo de los años. “Son ejemplo de honradez, solidaridad y compromiso, valores que engrandecen la historia de un pueblo y que merecen ser reconocidos públicamente”, afirmó.
Visiblemente emocionados, Juan José Piñero Padilla y José Ramos Padilla agradecieron el reconocimiento otorgado por el Ayuntamiento, destacando el papel fundamental de sus familias, amigos y vecinos en su trayectoria. Dedicar este premio a quienes siempre les han apoyado fue una muestra más de su humildad y gratitud.
La entrega del Premio Méritos Humanos 2025 formó parte de los actos del día grande de las Fiestas Patronales de San Sebastián, que incluyeron un concierto de la Banda de la Escuela de Música de San Sebastián, la solemne eucaristía en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y la tradicional procesión en honor a San Sebastián. La jornada concluyó con el regreso de la imagen del Santo Patrón a su ermita, poniendo el broche final a las celebraciones.
