La alcaldesa de El Tanque, Esther Morales, niega haber otorgado permiso al cura Héctor Lunar para intervenir en la restauración de la iglesia de San Antonio de Padua, tras el desastroso intento del párroco por remodelar las paredes del templo, que resultó en la destrucción de valiosos frescos de más de 300 años. Este incidente ha generado malestar entre los vecinos, quienes rechazaron las disculpas ofrecidas por el religioso en El Día.
Morales reveló que el cura no se comunicó con el Ayuntamiento ni solicitó permisos para la obra, indicando que este tipo de intervenciones deben ser realizadas por empresas especializadas. La alcaldesa anunció una reunión con el obispo para abordar la situación.
En el casco histórico de El Tanque, la incredulidad reinaba entre los vecinos, quienes cuestionaban las afirmaciones de Lunar sobre desconocer la existencia de los frescos. La suspensión repentina de la misa del martes, sin previo aviso, aumentó la desconfianza de la comunidad hacia el párroco.
Los residentes expresaron su descontento ante la actitud autoritaria de Lunar y su falta de consideración hacia el patrimonio histórico del municipio. Algunos vecinos presentaron una denuncia ante la Guardia Civil, argumentando que el acto dañó un Bien de Interés Cultural, fundamental para la identidad y la cultura local.
La propuesta de algunos residentes de buscar un nuevo párroco como única solución viable obtuvo apoyo entre la comunidad, consciente del valor histórico y cultural de su iglesia, considerada una joya para El Tanque.
