Un total de 120 personas en Canarias han quedado sin acceso a una atención médica adecuada en el último año debido a la falta de recursos económicos. Así lo refleja un reciente informe que alerta sobre el incremento de desigualdades en el sistema sanitario y cómo las barreras económicas están afectando al derecho básico a la salud.
Los datos indican que estas personas no pudieron acceder a servicios esenciales como consultas médicas, tratamientos, medicamentos o pruebas diagnósticas por no contar con medios suficientes para afrontarlos. Esta situación pone en evidencia una preocupante realidad: la pobreza está impactando directamente en la salud de los ciudadanos, especialmente en sectores vulnerables como personas mayores, parados de larga duración, migrantes y familias con bajos ingresos.
Organizaciones del ámbito sanitario y social advierten que este fenómeno no solo supone una vulneración del derecho a la salud, sino que podría derivar en un agravamiento de enfermedades, una mayor presión sobre los servicios de urgencias y una cronificación de patologías que serían tratables con atención preventiva o primaria.
Expertos reclaman medidas urgentes y estructurales que garanticen una cobertura sanitaria equitativa, sin importar la situación económica de cada persona. Asimismo, insisten en la necesidad de reforzar los servicios públicos de salud y eliminar cualquier tipo de copago o barrera económica que limite el acceso a una atención digna.
