El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha dictado una sentencia que obliga al Servicio Canario de Salud (SCS) y a su aseguradora a indemnizar con 352.500 euros a una madre de Tenerife, tras la muerte de sus hijas gemelas debido a una infección hospitalaria posterior al parto.
La resolución judicial señala que el fallecimiento de las bebés podría haberse evitado si se hubieran aplicado correctamente los protocolos de prevención de infecciones nosocomiales. Según el fallo, la infección se originó tras una intervención médica realizada cuatro días antes del parto en condiciones inadecuadas de asepsia y esterilización.
La madre, cuyo embarazo era de alto riesgo, fue sometida a un drenaje de líquido amniótico en una sala no homologada, fuera de un quirófano y sin haber dado su consentimiento informado. Además, el tribunal subraya que el procedimiento no era urgente ni estrictamente necesario en ese momento.
Revocación de la sentencia inicial
Inicialmente, un Juzgado de Santa Cruz de Tenerife rechazó la demanda de la madre. No obstante, su abogado, José Antonio Betes, del colectivo El Defensor del Paciente, interpuso un recurso ante el TSJC, que finalmente revocó la decisión y determinó la responsabilidad del SCS en la muerte de las recién nacidas.
El tribunal calificó como «inverosímil» la defensa del Servicio Canario de Salud, que argumentó que la sala donde se llevó a cabo la extracción de líquido amniótico cumplía con las mismas medidas de esterilización que un quirófano.
El 8 de septiembre de 2018, ante la sospecha de una infección placentaria, los médicos del Hospital Universitario de Canarias (HUC) decidieron inducir el parto. Las gemelas nacieron pasada la medianoche, pero fallecieron al día siguiente debido a un shock séptico causado por la infección.
Con este fallo, el TSJC reconoce la negligencia médica y otorga a la madre una indemnización por los daños sufridos.
