El arquitecto Leonardo Navarro Pulido, conocido cariñosamente como Naro y profesor destacado de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), se ha jubilado después de más de tres décadas dedicadas a la enseñanza en la institución. Con motivo de su retiro, ayer se celebró una emotiva fiesta de despedida en la facultad, que contó con la presencia de colegas, alumnos y familiares, incluida la directora Elsa Gutiérrez Labory.
En un gesto lleno de simbolismo hacia las próximas festividades de San Juan, Naro organizó una quema de maquetas realizadas por sus alumnos en el campus. Este evento, que transcurrió entre brindis y música, marcó el cierre de una etapa en la que el arquitecto dejó una huella profunda entre sus estudiantes y compañeros.
«Creo que a estas alturas todos saben que he estado aquí tanto tiempo porque me gusta mucho y porque realmente me lo he pasado muy bien con todos ustedes», expresó Naro en su discurso de despedida. «No me marcho con tristeza, sino con una profunda gratitud por el cariño que he recibido durante todos estos años. Recuerdo cuando mi compañera Lucía me dijo una vez: ‘los estudiantes siempre te saludan con mucho cariño’, y en ese momento me di cuenta de que es mutuo. Eso es lo que me llevo».
Con estas palabras, Naro culminó su carrera académica, dejando un legado de afecto y aprendizaje en la comunidad universitaria que le ha acompañado a lo largo de su trayectoria.
