El núcleo costero de Las Aguas, en San Juan de la Rambla, ha dado un importante paso en la recuperación de su litoral tras la demolición de la antigua piscina. Aunque las obras aún no han finalizado, ya se puede apreciar parte del antiguo paisaje costero, previamente cubierto de cemento, y que ahora casi duplicará su tamaño al unirse con la zona de baño existente, la cual ha permanecido intacta y no forma parte del proyecto actual.
Cuando se complete la nivelación del terreno hasta la cota cero, la playa actual, que mide 65 metros, se extenderá hasta una nueva zona de 70 metros, lo que supone casi el doble de su longitud original. El acceso a esta área se facilitará mediante dos rampas de nueva construcción. Según Yanira Mesa González, concejal responsable de varias áreas municipales, incluyendo Aguas y Saneamiento, Medio Ambiente y Turismo, este espacio ampliado seguirá siendo una playa de callaos medianos y rocas más grandes hacia el mar, frecuentada principalmente por los vecinos locales.
Una vez finalizadas las obras, se espera que la dinámica de las mareas pueda devolver los antiguos charcos naturales que se formaban antes de la construcción de la piscina. Fotografías históricas sugieren que existía una formación geológica que propiciaba la creación de pequeños charcos cuando la marea estaba baja. De ser así, podrían incluso volver especies marinas que habían desaparecido, como los gobios, pequeños peces típicos de estas áreas.
La demolición de la piscina y del edificio adyacente, ambos en estado ruinoso, supuso un proceso administrativo de más de 15 años, con múltiples complicaciones. Ambos espacios permanecieron cerrados desde 2010 debido a su avanzado deterioro. Tras varios proyectos fallidos y concursos desiertos, las obras finalmente fueron adjudicadas en 2022 a una UTE formada por las empresas Señalizaciones Villar S.A. y Yárritu S.A., con un presupuesto de 1.950.098 euros y un plazo de ejecución de 12 meses.
A pesar de algunos pequeños retrasos, las obras avanzan a buen ritmo y se espera que la primera fase finalice en diciembre. Además, se han incorporado acciones adicionales, como el soterramiento de cables aéreos que afeaban el entorno y la colocación de rocas adicionales para reforzar la protección de la escollera. El proyecto completo incluirá también la construcción de una nueva carretera y un paseo peatonal abierto al mar, aunque su disfrute requerirá más tiempo.