El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife contará con una subvención de 2,5 millones de euros otorgada por la Consejería de Transición Ecológica y Energía del Gobierno de Canarias para proceder a la demolición del antiguo hotel inacabado en la costa de Añaza. La obra, abandonada desde 1975, ha sido una fuente de problemas durante décadas debido a su impacto paisajístico y su estado de deterioro.
El edificio, con una estructura en forma de “Y” y 22 pisos de altura, ocupa una superficie de 2.350 metros cuadrados, con más de 40.000 metros cuadrados de edificación. Originalmente diseñado como un hotel de 741 apartamentos, su construcción se inició en 1973, pero fue abandonada dos años después. Desde entonces, ha generado problemas de inseguridad, accidentes y una importante degradación visual en la zona.
El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, destacó que este proyecto es clave para “dignificar un entorno tan importante para el distrito suroeste” y que la demolición está ahora más cerca de convertirse en realidad. Por su parte, el consejero de Transición Ecológica, Mariano Hernández Zapata, señaló que la intervención no solo incluirá la demolición, sino también la renaturalización del espacio, lo que permitirá recuperar el paisaje y aumentar la biodiversidad en la zona, convirtiéndola en un nuevo espacio verde.
Pasos a seguir
La concejala de Urbanismo, Zaida González, explicó que este año se procederá a la expropiación del suelo y la aprobación del proyecto definitivo antes de licitar la demolición. Este proceso pone fin a un expediente abierto desde 2018, respondiendo a una demanda histórica de los vecinos.
Además, el concejal de Planificación Estratégica y Sostenibilidad Ambiental, Carlos Tarife, subrayó que esta acción es un paso fundamental para regenerar la costa de Añaza. También adelantó que a finales de 2025 estará listo el proyecto de la plataforma marítima de Añaza, una iniciativa que añadirá valor a la zona junto con la eliminación de vertidos al mar.
Un nuevo comienzo para Añaza
El Ayuntamiento confía en que la demolición y posterior regeneración del entorno contribuirán a mejorar la calidad de vida de los vecinos, transformando el área en un espacio seguro y atractivo. Este proyecto, que deberá completarse en un plazo de 36 meses, marca un avance significativo en la recuperación paisajística y urbana de esta zona del suroeste de Santa Cruz.
