La situación en el muelle de San Cristóbal se ha vuelto insostenible, ya que excrementos de personas y macrovertidos desbordan los contenedores, generando malestar entre los vecinos y propietarios de locales en el barrio. El constante mal olor y la presencia continua de basura están afectando negativamente a la calidad de vida de los residentes y al ambiente de los establecimientos locales.
Dueños de restaurantes y residentes de la zona se quejan de la acumulación de basura desbordada en los contenedores, extendiéndose más allá de los límites previstos. En los alrededores de los cubos de basura se encuentran todo tipo de vertidos, desde muebles como sillones y armarios, hasta grandes bolsas de desechos. Un vecino del barrio señala incluso la presencia de excrementos humanos en la zona.
Estos macrovertidos no solo se limitan a los contenedores, sino que se extienden a las inmediaciones del muelle y la playa de San Cristóbal, planteando un riesgo de contaminación para las aguas circundantes. La acumulación de residuos en algunos casos no se recoge durante varios días, lo que empeora la situación.
Felipe Rodríguez, propietario del restaurante El Atlante, expresa su molestia al afirmar que «los servicios de limpieza recogen lo que está dentro de los contenedores, pero todo lo que está fuera se puede llegar a quedar incluso una semana». Además, destaca que la zona nunca se encuentra limpia, lo cual afecta directamente a la satisfacción de sus clientes.
Ante esta situación, Rodríguez, junto a un vecino de San Cristóbal, está redactando un escrito para denunciar la problemática y buscar soluciones. El objetivo es abordar un problema que impacta tanto a los clientes, propietarios de locales como a los turistas que visitan la zona, concluyendo que es esencial encontrar una solución inmediata para mejorar la situación en el Muelle de San Cristóbal.