La ciudadanía ha mostrado un respaldo firme a la Escuela Comarcal de Música de la Isla Baja. Durante el pasado fin de semana, alumnado y familias protagonizaron una concentración musical en la entrada al muelle nuevo de Garachico, donde, con instrumentos en mano, reclamaron el futuro de esta institución con más de tres décadas de historia.
La comunidad educativa denuncia el deterioro progresivo del servicio: falta de instrumental, desaparición de talleres como el de percusión, y plazas de profesorado sin cubrir, como la de violín. A estos problemas se suma la suspensión del tradicional concierto de fin de curso, lo que encendió aún más el malestar.
Según afirman las familias, la raíz del conflicto se encuentra en el bloqueo de las cuentas del consorcio que gestiona la escuela, lo que ha impedido incluso la compra de materiales básicos como tóner para partituras. Además, aseguran que no han recibido respuesta alguna por parte de los responsables institucionales.
El mensaje lanzado por las personas concentradas fue claro: “Más de 30 años de enseñanzas no se pueden perder”. La movilización es, para muchos, el inicio de una defensa activa de la música como parte fundamental de la cultura y la educación en la comarca.
