El propietario de Transportes Castero S. L. y uno de sus empleados han sido enviados a prisión este miércoles, acusados de tráfico de drogas y pertenencia a una organización criminal. La investigación, denominada Hattori Hanzo, iniciada en septiembre pasado, condujo al arresto de diez personas en Las Palmas de Gran Canaria y Arrecife, entre ellas el dueño de la empresa y su hija, quienes presuntamente dirigían la red criminal junto a uno de los transportistas implicados. Tres personas más, incluida la hija del dueño, han sido liberadas bajo fianza, enfrentando los mismos cargos que los detenidos en prisión.
La trama operaba desde el Puerto de Las Palmas, utilizando la empresa logística como fachada para el tráfico de grandes cantidades de drogas entre las islas y la Península Ibérica. La investigación reveló la complicidad de los principales responsables de la compañía en el envío de múltiples cargamentos de sustancias estupefacientes.
La policía llevó a cabo cuatro registros en Gran Canaria, incluyendo los domicilios de los principales sospechosos y las instalaciones de la empresa en el Puerto de la Luz y de Las Palmas. Durante la operación se decomisaron 750 kilogramos de hachís, 62 kilogramos de cocaína, y un kilogramo de anfetaminas, así como más de 36.000 euros en efectivo, cinco vehículos y equipos tecnológicos relacionados con la actividad delictiva.
La desarticulación de la red criminal culminó con la detención de nueve hombres y una mujer en Las Palmas de Gran Canaria, lo que representa un golpe significativo al tráfico de drogas en la región. Es importante destacar que dos de los detenidos ya enfrentaron cargos similares en 2018 y están pendientes de juicio en mayo, uno de los cuales ha sido enviado a prisión en esta ocasión.
