El 6 de julio, a los 88 años, falleció en Arafo Nicomedes Carballo, conocido como el cabrero más longevo de Tenerife. Su vida fue una larga trayectoria como trabajador de galerías y pastor en los altos de Chivisaya.
Triste noticia para el Valle de Güímar y Tenerife. El 6 de julio falleció Nicomedes Carballo, una figura emblemática de la vida local. A los 88 años, deja un legado de sabiduría con las cabras y la tierra. Antes de ser pastor, trabajó abriendo galerías. Era conocido por ser un buen amigo y por compartir su conocimiento sobre la tierra, que cultivaba con esmero.
Chivisaya, en los altos de Candelaria y Arafo, queda huérfana. El entierro será mañana al mediodía en la iglesia de San Juan Degollado de Arafo, oficiado por el párroco Simón Herrera, buen amigo del difunto. Eva, su esposa, junto con sus hijos, nietos, amigos y conocidos, estarán presentes para despedirlo.
Nicomedes, uno de los ocho hijos de Juan de Izaña, el último cabrero de Las Cañadas del Teide, pasó mucho tiempo abriendo galerías de agua en varias islas. A finales del siglo pasado, regresó al pastoreo en Chivisaya, en el linde entre Arafo y Candelaria, donde residió los últimos 26 años.
Hasta hace un año, cuando un gran incendio comenzó cerca de su cobertizo en Chivisaya, Nicomedes seguía cuidando su pequeño rebaño de cabras y un par de machos, a menudo con ayuda de amigos y familiares. Siempre lamentaba que “a mis nietos no les gusta ni la carne ni la leche de cabra, solo yogures y galletitas; algo que yo no he probado en mi vida”.
Desde la pandemia, Nicomedes había decidido abandonar su rebaño, que llegó a tener más de cien cabras gobernadas por su perro Moreno. Sin embargo, siempre volvía a su pasión por recibir y compartir queso con amigos y visitantes. “No tengo estudios, pero la experiencia me ha dado muchos conocimientos”, decía, presumiendo de que “no hay veterinario que sepa más de las cabras que yo. Hablo con ellas con cualquier sonido y cuando las miro sé qué pata cojean”.
Juan Ramón Martín, alcalde de Arafo, describió a Nicomedes como “un sabio, un referente de la ganadería y del sector primario”, con un “don especial para las personas”, siempre “con una sonrisa y paciencia para enseñar las cosas”, con una “fortaleza física poco usual heredada de sus años en las galerías y una sabiduría para conocer solo con la mirada las enfermedades de sus cabras, desde que nacen hasta que pasan a producción. Arafo y Tenerife están hoy de luto”.
Mari Brito, alcaldesa de Candelaria, también lamentó su fallecimiento, describiéndolo como “una figura emblemática de nuestro municipio y último cabrero de los altos de Candelaria. Nicomedes fue un hombre de profundas raíces en nuestra tierra. Su vida, ligada al pastoreo en los parajes de nuestro municipio, representa un legado para las futuras generaciones. Su partida deja un vacío, pero su memoria perdurará en el recuerdo de todos aquellos que pudimos conocerle”.
Juan Gregorio Fariña
El Valle también está de luto con la reciente muerte de Juan Gregorio Fariña Castro, de Las Cuevecitas, vecino de la playa de Arafo y en su niñez de Chivisaya, muy cerca del corral de Nicomedes, donde comenzó a conocer la viticultura. Fariña es uno de los coautores de «Gen de Candelaria», el libro imprescindible sobre la genealogía de las medianías del municipio.