Se avecinan transformaciones significativas en el corazón de Santa Cruz con la reciente aprobación de la Ordenanza de Tráfico, que entrará en vigor gradualmente a partir del 9 de febrero. La ordenanza, que data de 1985, ha sido actualizada para adaptarse a las necesidades actuales de la ciudad y cumplir con las obligaciones europeas para localidades con más de 50,000 habitantes.
Una de las principales novedades será la introducción de la Zona de Bajas Emisiones, con 26 calles equipadas con cámaras de lectura de matrículas para controlar las emisiones de los vehículos. El acceso a esta zona estará restringido según los niveles de contaminación del aire. Esta área abarcará lugares estratégicos, como las calles Galcerán, Méndez Núñez, Rambla, Avenida de Anaga, Avenida Marítima y Calle Ni Fú Ni Fá.
En cuanto a los estacionamientos, la Zona de Bajas Emisiones experimentará una regularización de 1,754 plazas, dividiéndose en zonas azules y verdes. Las zonas verdes, destinadas a los residentes locales, no tendrán límite de tiempo, mientras que las zonas azules tendrán tarifas y una restricción de dos horas, aplicándose tanto a residentes como a visitantes.
La nueva ordenanza también aborda diversas prohibiciones, como la mendicidad en los semáforos y la ocupación de la vía para actividades como malabares o venta ambulante. Se aplicarán restricciones adicionales, como el uso de patinetes sin casco y la prohibición de ocupar la vía para jugar con pelotas, patines o monopatines.
Además, se introducirán Zonas de Convivencia Modal para priorizar a peatones y vehículos de movilidad personal, como bicicletas y patinetes. El alcalde, José Manuel Bermúdez, destaca el objetivo de hacer de Santa Cruz de Tenerife una ciudad amable, accesible y segura, mejorando así la calidad de vida en el municipio.
