Vecinos de Costa del Silencio expresan su preocupación por problemas de suministro y la falta de mantenimiento en la red de distribución, que han resultado en interrupciones en las últimas dos semanas.
Alrededor de 2,000 habitantes de Ten-Bel, específicamente en Costa del Silencio, en el municipio de Arona, han estado experimentando cortes temporales de agua durante las últimas dos semanas, según denuncias de los vecinos. Estos cortes en el suministro, que varían en duración y frecuencia según la ubicación de cada urbanización respecto al centro de distribución, han generado un descontento generalizado en siete comunidades que dependen de esta red privada.
El suministro general, que se encuentra a menos de 2 kilómetros de las comunidades afectadas, es gestionado por una empresa que, según los residentes, “mantiene la red en un estado de deterioro”, lo que ha ocasionado interrupciones constantes. Los vecinos afirman que no se han realizado mejoras ni mantenimientos significativos en esta infraestructura durante más de 30 años. Como resultado, cada vez que ocurre un problema técnico o una rotura, la empresa opta por cortar el suministro. Las autoridades han informado a los residentes que la situación podría “estar relacionada con la calcificación de las tuberías”, lo que requeriría un proceso de depuración general del sistema de agua.
Los cortes de agua no afectan a todas las urbanizaciones de la misma manera. Según los testimonios de los vecinos, las áreas más cercanas al centro de suministro experimentan cortes más breves, mientras que las más alejadas, especialmente aquellas cercanas a Las Galletas, sufren interrupciones más prolongadas. Por ejemplo, en la urbanización Drago, los cortes han comenzado a las 8:30 de la tarde y se han extendido hasta las 9 o 10 de la mañana del día siguiente. En Alborada, los cortes inician a las 11:30 de la noche, con el suministro restableciéndose entre las 10 y 11 de la mañana del día siguiente.
Ante la falta de soluciones por parte de las autoridades, algunas comunidades han decidido tomar medidas preventivas. Los residentes han unido esfuerzos y recaudado fondos para instalar tanques de agua que les permitan tener un suministro mínimo durante los cortes. Un vecino de una urbanización que agrupa a unas 300 personas explicó que, tras una colecta en la que cada hogar aportó aproximadamente 100 euros, lograron reunir 30,000 euros para comprar tres tanques de agua de 5,000 litros cada uno. “Es una medida preventiva. Ya están instalados y en poco tiempo podremos utilizarlos”, añadió.
