Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil, en colaboración con el Servicio Cinológico especializado en la detección de venenos, realizaron una intervención en una empresa de Granadilla de Abona dedicada al cultivo de verduras, hortalizas y plantas aromáticas para el consumo humano. Durante esta operación, localizaron 52 kilogramos de productos fitosanitarios prohibidos.
Los productos estaban almacenados en cobertizos en distintas parcelas agrícolas. Además, los agentes encontraron cuatro jaulas trampa activadas, que también fueron incautadas debido a la falta de autorización del Cabildo de Tenerife para su uso. Estas jaulas, comúnmente utilizadas para proteger los cultivos de animales dañinos, requieren permisos específicos para evitar dañar a especies protegidas.
En el interior de un contenedor de obra, los agentes también hallaron una escopeta de aire comprimido que carecía de la documentación necesaria otorgada por la autoridad municipal.
Es importante resaltar los riesgos asociados con el uso de productos fitosanitarios no autorizados, que pueden perjudicar tanto a la población como a la flora y fauna locales, afectando toda la cadena trófica.
Una vez completadas las verificaciones, la Guardia Civil notificó a las autoridades competentes sobre estos delitos.
