La segunda semana de enero ha regalado a Gran Canaria amaneceres de ensueño, teñidos de un rojo vibrante que ha cautivado a los madrugadores. Este fenómeno, según meteorólogos, se atribuye a la presencia de nubes altas y partículas de calima, dejando estampas impresionantes en la isla. Aunque asociado comúnmente a mitos y supersticiones, los científicos explican que este fenómeno es resultado del efecto de la nubosidad alta y la inclinación del sol.
David González, meteorólogo de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Canarias, señala que la luz, la visibilidad y las partículas de polvo en suspensión, generadas por la borrasca Hipólito en el Atlántico, han contribuido a estos amaneceres únicos. Aunque la borrasca no impactará directamente en Canarias, se espera que provoque efectos como calima y fuertes rachas de viento.
La presencia del mar no influye en la coloración del cielo, según expertos, ya que este fenómeno depende de la dinámica atmosférica. Los meses ideales para disfrutar de estos cielos rojizos son otoño e invierno, a pesar de la ‘panza de burro’ que afecta las islas en verano. Estos amaneceres, que han durado más de 20 minutos esta semana, han sorprendido por su intensidad y extensión, cubriendo 360 grados de la isla.
Los fotógrafos han inmortalizado este espectáculo, compartiendo imágenes que han cautivado las redes sociales y se han vuelto virales. La duración prolongada de estos amaneceres, atribuida a la altura de las nubes, ha dejado a muchos sin aliento. Ciudadanos y expertos por igual se preguntan sobre la normalidad y la continuidad de este fenómeno, mientras disfrutan de estas estampas que han iluminado la segunda semana de enero en Gran Canaria.