
El Hospital Público del Sur de Tenerife afronta una fuerte presión asistencial mientras sigue sin contar con servicios clave como paritorios, unidad neonatal o banco de sangre. Aunque está prevista una ampliación que incluye 32 nuevas camas, salas de parto y área quirúrgica, aún no se ha ejecutado.
La falta de estos servicios obliga a derivar embarazadas, urgencias pediátricas y pacientes que requieren transfusión a otros hospitales del norte de la isla. Esta situación agrava las listas de espera y la carga sobre otros centros sanitarios.
A esto se suma la escasez de sangre en los bancos del Servicio Canario de Salud, que ha provocado la cancelación de algunas cirugías. Colectivos sanitarios y asociaciones de pacientes insisten en la urgencia de acelerar las obras de ampliación y dotar al centro de recursos humanos suficientes para responder a la demanda del sur de la isla.