Las balsas de Tenerife muestran una disminución del 20% en su nivel de agua en comparación con el año pasado. A pesar de las recientes precipitaciones, el almacenamiento alcanza solo el 46%, en contraste con el 66% de 2023 para esta época. La situación más crítica se registra en el Valle y el Noroeste de la isla.
Ana Sánchez Espadas, gerente de la entidad pública Balsas de Tenerife (Balten), reconoce que aunque se ha logrado una ligera recuperación del volumen de almacenamiento, la situación sigue siendo preocupante de cara al verano.
Las balsas más afectadas se encuentran en la medianía del Valle de La Orotava y en el Noroeste, donde la demanda de agua para riego ha aumentado debido a la escasez de lluvias y a los cultivos locales.
A pesar de algunas excepciones, como las balsas de la Montaña de Taco y Los Partidos, que muestran niveles más altos de almacenamiento, la calidad del agua en la Isla Baja es motivo de preocupación debido a su alto índice de salinidad, afectando a cultivos como los aguacates.
Ante las perspectivas climáticas poco favorables, Balten está considerando medidas urgentes para incorporar nuevos recursos en los sistemas de agua, incluida la recuperación de agua regenerada y la mejora de la calidad del agua en el Noroeste mediante la colaboración con el Consejo Insular de Aguas y la puesta en marcha de nuevas depuradoras.