El costoso espectáculo con drones para cerrar el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, valorado en 59.000 euros, resultó un fracaso debido a posibles interferencias de señales, lo que obligó al Ayuntamiento, aún pendiente de pagar la suma acordada, a iniciar una investigación.
La empresa madrileña Umiles Entertainment, responsable del evento, había sido adjudicataria del espectáculo a través de un procedimiento negociado artístico. A pesar de contar con experiencia en eventos similares, el vuelo de 230 drones fue cancelado en el último momento por desconexiones masivas, atribuidas a una señal externa que interfería con las comunicaciones.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria está llevando a cabo averiguaciones para esclarecer lo sucedido. Los inhibidores de frecuencia, como se sospecha haber sido el caso, son ilegales para uso no autorizado, pudiendo acarrear sanciones de hasta 20 millones de euros.