
Un temblor de magnitud 1.8 en la escala mbLg sacudió la zona del Teide a las 5:00 de la madrugada de este viernes, según reportó el Instituto Geográfico Nacional (IGN). El evento ocurrió a solo dos kilómetros de profundidad, lo que provocó una señal sísmica especialmente fuerte registrada en la estación CCAN, según informó la cuenta especializada en vulcanología El Guayota en la red social X.
La intensidad de la señal se relaciona directamente con la escasa profundidad del sismo. A pesar de ello, los expertos aclaran que este tipo de actividad no debe interpretarse como un indicio de una erupción volcánica inminente.
Desde 2023, los científicos han detectado un leve incremento en la emisión de dióxido de carbono (CO₂) en diversas zonas de Tenerife, incluido el cráter del Teide. También se ha observado una ligera deformación del terreno. Sin embargo, estos fenómenos no suponen, por el momento, un aumento significativo en el riesgo de erupción a corto o medio plazo.
Los estudios actuales apuntan a que los cambios sísmicos, geodésicos y geoquímicos que se monitorean desde 2016 podrían haber mostrado un repunte desde 2022. Esto se atribuye a un posible aumento de presión en el sistema hidrotermal bajo la isla, motivo por el cual se recomienda mantener una vigilancia activa y continua de la actividad volcánica.