
El municipio de La Frontera ha dado un paso decisivo hacia la transición energética al poner en marcha un ambicioso proyecto de instalación de placas solares en varios de sus edificios públicos. Esta acción busca no solo reducir la dependencia de fuentes energéticas externas, sino también fomentar un modelo de consumo más sostenible y responsable con el entorno.
Gracias a una subvención enfocada en el impulso de energías renovables, ya se han instalado sistemas fotovoltaicos en inmuebles clave como el Ayuntamiento, el campo de fútbol municipal, el CEO Tigaday y el centro de mayores. Estas infraestructuras, ahora dotadas con tecnología solar, permitirán reducir notablemente el consumo de electricidad proveniente de la red convencional.
Se estima que la producción energética generada cubrirá una parte significativa de las necesidades de estos edificios, lo que no solo se traduce en un menor impacto ambiental, sino también en un importante ahorro económico para las arcas municipales a medio y largo plazo.
Este proyecto también tiene un componente social y educativo, ya que permite concienciar a la ciudadanía —especialmente a los más jóvenes— sobre la importancia de las energías limpias y el cuidado del medio ambiente. La iniciativa se enmarca dentro de un plan estratégico más amplio para avanzar hacia un modelo energético autosuficiente, ecológico y resiliente.
Con esta actuación, La Frontera se posiciona como un referente insular en materia de sostenibilidad, sentando las bases para un futuro más verde y responsable.